En Las mañanas de RNE hablamos con la doctora Amaia Bacigalupe, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología y autora del informe 'La salud de la infancia confinada'. La decisión que anunció ayer el Gobierno de dejar salir a los niños y niñas a realizar las tareas permitidas (ir a la compra, al banco) con uno de sus progenitores generó gran controversia en la calle. El Ejectivo rectificó a las pocas horas: los niños de hasta 14 años podrán salir acompañados a dar paseos, según confirmó el ministro de Sanidad.
Esta rectificación "denota bastante improvisación y queda corta en el nivel de detalle que a estas alturas pedimos la población", opina la dra. Bacigalupe. "La primera propuesta carecía de todo sentido porque no cumplía ninguno de los dos propósitos. Probablemente aumentase el riesgo de contagios por una cuestión muy evidente. Y para nada está dirigida o pensada para aliviar o mejorar el bienestar de niños y niñas que llevan 5 semanas confinados en casa. Somos una expeción en el conjunto de Europa, esto nos tendría que hacer pensar", explica.
Según los datos, casi un 25% de la población infantil no hace nada ejercicio físico y pasa muchas horas delante de pantallas, por necesidades varias de las familias. "Una medida de este tipo que permita y garantice un nivel mínimo de ejercicio físico y de recreación y recepción de estímulos deberían ser lo mínimo que contemplara" explica Bacigalupe. "No es fácil estipular la distancia ni la cantidad de tiempo, pero como mínimo que cubriera esa necesidad de movimiento que repercutirá positivamente en otros aspectos de la salud de los niños y niñas: salud emocional y otros aspectos de la salud física".
¿Cómo tendrán que salir esos niños? "Tiene que imperar el sentido común" apunta la doctora Bacigalupe. "Tiene que ir, lógicamente, acompañados de una persona adulta. Y con medidas preventivas que, probablemente, no tengan que ir acompañadas de elementos físicos como mascarillas y guantes pero sí que eviten en lo posible el contacto directo y respeten la distancia de seguridad con el resto de personas. No olvidemos que las medidas más importantes para evitar contagios son: distancia física y lavado de manos". Medidas perfectamente compatibles con que los niños salgan a la calle en condiciones dignas, recalca Bacigalupe. "No acabo de entende el mensaje que se transmite de que niños y niñas son apéndices de sus padres y madres y no sujetos plenos de derechos que requieren de una política que les mire de frente y no hagan política a sus espaldas", concluye.